Tras el parón veraniego y el reinicio del nuevo curso, a nosotras también nos tocaba volver a empezar a rodar. Después de unos meses sin postear y con la proximidad del 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, no queríamos perder la ocasión para compartir con vosotras algunas reflexiones y acciones frente a la violencia machista.
Por un lado, nos parece interesante compartir una entrevista recientemente publicada centrada en la prevención de esta y siendo el trabajo con grupos de hombres una de las claves a la hora de conseguir mejores resultados en dicha prevención. En este sentido, es bueno recordar que el trabajo para la igualdad no se reduce a acciones puntuales en torno a unas fechas concretas del calendario (25N, 8M, 17M…) si no que es un trabajo diario y, como profesionales de ámbito socio-educativo, debemos trabajarlo día a día. De lo contrario se podrían conseguir efectos adversos, es decir, saturación o rechazo ante la lucha por la igualdad de género.
El artículo al que nos referimos, se trata de la entrevista publicada en el periódico El País el 19 de octubre de 2021 realizada por la periodista Pilar Álvarez al psicólogo e investigador Gary Baker. A continuación, compartimos el enlace.
Este artículo nos parece muy interesante e innovador ya que resalta la importancia del trabajo con hombres en materia de igualdad y en clave de feminismo. Es importante señalar cómo el entrevistado prefiere identificar a los hombres como aliados del feminismo por el mero hecho de que no sean ellos los protagonistas, pero sí participantes. Baker lleva 30 años trabajando con grupos de hombres y los beneficios sociales de este trabajo son enormes: “Podemos ser más honestos en unas relaciones más igualitarias. La calidad de la vida íntima mejora, igual que las relaciones con los hijos y otras personas que cuidamos. Cuando el debate se enfoca en la seguridad e igualdad plena de las mujeres en los lugares públicos, nosotros también nos beneficiamos porque hay menos violencia contra nosotros. El ambiente es más colaborativo. El gran desafío para mí es romper esa idea de que si las mujeres ganan los hombres pierden. Es cierto que, si hay un puesto de vicepresidente, por ejemplo, algunos hombres vamos a perder si las mujeres optan al puesto. Pero eso es competir en igualdad. Perderemos algunos privilegios, pero las ganancias son mayores”.
Sin embargo, este no suele ser un tema de interés para algunos hombres. Bajo nuestro punto de vista, esto se debe principalmente a que las políticas identitarias nos posicionan en un mundo competitivo en el que la confrontación sólo puede acabar en “ganar o perder”. De ahí la asociación de “si ellas ganan, yo voy a perder”. Y aunque es cierto que para alcanzar la igualdad real los hombres debemos perder ciertos privilegios, según Baker la clave está en la creatividad, en cómo exponer a los hombres las ganancias de la igualdad de género.
Al hilo de ello, nos gustaría presentar una experiencia que se está realizando en uno de los recursos gestionados por IRSEARABA concretamente en el PEC (Programa de Educación de Calle). El proyecto se inició con un grupo de hombres adolescentes el curso 2019-2020 en la zona Lakua-Abetxuko. Esta experiencia ha sido un reto en la zona ya que nunca se había realizado algo parecido con un grupo de adolescentes hombres con indicadores de riesgo altos en actitudes machistas y normalización de la violencia. Por lo que el proceso ha sido un aprendizaje para el equipo educativo de la zona, que además de recibir ayuda del servicio de igualdad de Vitoria-Gasteiz se ha formado profesionalmente a través de formaciones específicas durante el último año. En cuanto a la constancia y participación del grupo se considera importante, por un lado, el vínculo con el equipo educativo (tiene que ser fuerte), y por otro lado el generar un espacio amable. En este caso se procuró que el espacio de reunión fuera la cocina del centro cívico de esta manera, además de trabajar directamente conceptos de nuevas masculinidades, se podría preparar la merienda en cada sesión, cosa que motivaba mucho a los jóvenes. En la actualidad el grupo se reúne de manera quincenal y a pesar de que los progresos son difíciles de cuantificar, el compromiso del grupo es alto y se perciben mejoras a nivel de grupo e individuales, pequeños matices que son la esperanza que nos motiva a continuar luchando contra las desigualdades de género y las violencias machistas.
Esta y otras muchas experiencias socioeducativas pueden llevarse a cabo desde nuestros proyectos, sin embargo, como profesionales tenemos el compromiso de formarnos, transformarnos y cuestionar nuestras propias prácticas. Por eso, hemos organizado desde la Comisión de Igualdad y Antiviolencias de IRSEARABA un taller para profesionales hombres. El día 23 de noviembre, martes, a través del Clown con la finalidad de realizar una reflexión sobre nuestra condición de hombres y todo lo que ello conlleva. Un espacio exclusivo para hombres trabajadores de IRSEARABA. Como ya sabemos, la transformación solo será posible si la hacemos juntas.