#Hirekin (Euskadiko Gizarte Ekimeneko eta Esku Hartzeko Entitatee Federazioak) Lucía Sarabia de Ayala eta Pilar Colomer Robledori IRSEARABAren bulegoetan erakundearen ibilbideari, abian dauden proiektuei eta, nola ez, pandemiak eragindako ahaleginei eta erronkei buruz egiten dien elkarrizketa jasotzen dugu.
Recogemos la entrevista que #Hirekin (Federación de Entidades de Iniciativa e Intervención social de Euskadi) realiza a Lucía Sarabia de Ayala y Pilar Colomer Robledo, en las oficinas de IRSEARABA, sobre el recorrido de la entidad, proyectos en marcha y, como no, los esfuerzos y retos a los que nos ha ido (y está) forzando la pandemia.
En esta ocasión nos hemos acercado a las oficinas que IRSEARABA tiene en Vitoria-Gasteiz para hablar con dos mujeres que han dejado su impronta en la entidad y en la propia ciudad, me atrevería a decir. Ellas son, Lucía Sarabia de Ayala, gerente del área socio educativa y de RR.HH. y, Pilar Colomer Robledo, responsable del área de proyectos e innovación…
Una suerte haber podido charlar con ellas y conocer más de cerca a esta entidad profundamente arraigada en la sociedad gazteistarra y que lleva más de 34 años trabajando con niños/as, jóvenes y familias en riesgo de exclusión social.
Un verdadero placer escuchar su relato y contagiarse de su ilusión, fuerza y tenacidad.
¿Podrías resumirnos cómo se fundó Irsearaba y su recorrido a lo largo de estos años?
IRSEARABA nace en Vitoria-Gazteiz en el año 1987, impulsada por un grupo de profesionales de diferentes ámbitos que veíamos con preocupación la situación de exclusión social y deterioro que vivían un gran número de jóvenes de la ciudad, en su mayor parte marcados por la heroína. Nuestro objetivo era el de trabajar con estas personas desde una perspectiva de atención directa, pero con la dificultad de que en aquellos años había una escasez absoluta de recursos sociales.
Comenzamos a trabajar en un programa piloto del Gobierno Vasco de atención a personas que habían delinquido por problemas de drogas. Inmersas en este programa nos dimos cuenta de que sería interesante poder trabajar con estas personas adultas y en peligró de exclusión a unas edades más tempranas. De esta manera, los resultados posiblemente fueran diferentes o al menos, la escalada de autodestrucción de estas personas no sería tan precipitada.
Así que nos pusimos manos a la obra y desarrollamos programas de educación de calle y de atención a menores en su propio medio. Estas actuaciones se vieron avaladas por el apoyo que recibimos del Ayuntamiento de Vitoria que, por otro lado, también estaba muy preocupado con estos/as chavalitos/as. Al mismo tiempo, seguíamos trabajando en los juzgados con la gente con problemas de drogadicción, en los programas alternativos a la prisión.
Poco a poco y gracias al trabajo de personas, entidades, administraciones y Ayuntamiento el desarrollo de los servicios sociales fue creciendo y ganando en importancia y profesionalidad. Por aquel entonces éramos un grupo de psicólogas/os, pedagogas/os y educadoras/es sociales, aunque todavía ni siquiera existía una educación social como tal. Era todo crear, no había nada, eran tiempos muy duros, laboralmente precarios e intensos, pero estábamos llenas de motivación y ganas por implementar ciertas metodologías de intervención o abordar ciertos ámbitos de intervención en los que existía una total desprotección.
Por ejemplo, nos dimos cuenta de que existía un nivel importante de desprotección en la infancia que no sólo era el social si no que era también el familiar y consideramos que era importantísimo trabajar sobre este eje, el familiar. Desde las instituciones y sobre todo desde el Ayuntamiento de Vitoria se produjo un proceso de normalización de la atención a menores y salieron a licitación los hogares de atención a estos menores. Nosotras, que éramos jóvenes y estábamos inmersas en ese mundo pues fuimos desarrollando y dotando de estructura y funcionalidad a los programas.
Desde nuestras especialidades, veíamos las necesidades que existían en determinados campos de intervención e intentábamos aplicar una metodología, siempre, desde una mirada muy inclusiva a la hora de trabajar con ese tipo de población.
Cuando fuimos creciendo como organización tuvimos que comenzar a prestar especial atención a los procesos de gestión y no fue nada fácil. IRSEARABA fue creciendo al albor de las licitaciones y convenios que se firmaban con el Ayuntamiento de Vitoria, principalmente. Evidentemente, siempre presentándonos a las licitaciones en las que pensábamos que podíamos aportar nuestro conocimiento y abordar y afrontar correctamente las problemáticas que se nos presentaban.
Desde IRSEARABA hemos intentado consolidar nuestros servicios, programas y al mismo tiempo seleccionar correctamente los trabajos y a los/as profesionales aportando, siempre, metodología y potenciando la mejora continua. Es importante remarcar la buena relación que tenemos con las diferentes instituciones, llevamos servicios y programas que dependen de Diputación, del Gobierno Vasco y del Ayuntamiento de Vitoria y en este diálogo se nos ha ido reconociendo como una entidad seria y que trabaja de manera profesional.
Como IRSEARABA hemos tenido que esforzarnos en estar atentas a la gestión. La gestión económica, la gestión de las personas que trabajan con nosotras y también a la gestión metodológica, a la intervención, a la manera de cómo formamos y cómo configuramos los equipos de trabajo.
Todo ello nos ha permitido llegar a donde estamos. Desde sus inicios, que empezamos en un pisito pequeño en la calle José Mardones, pasamos a otro local en Errekatxiki que contaba con una oficina mejor preparada para trabajar y así, poco a poco hemos ido construyendo y creciendo hasta llegar a donde nos encontramos ahora. La sede en la que nos encontramos refleja nuestra sintonía con lo que es la sociedad actual (sostenibilidad, transparencia, innovación)
Algo que también querríamos destacar es que todos los programas que se han desarrollado han sido de carácter global, es decir, para toda la ciudad y se han establecido siempre en un sistema integral que ha incidido especialmente en los barrios o zonas de la ciudad donde hacían más falta.
Por otro lado, una de las grandes preocupaciones que ha tenido IRSE-ARABA es que nuestros/as profesionales estuvieran en las mejores condiciones posibles tanto laboralmente, como formativamente.
Actualmente ¿en qué proyectos estáis metidxs?
Tenemos dos grandes áreas de trabajo: la socioeducativa y la sociolaboral. En el área socioeducativa trabajamos con niños/as y adolescentes y también con sus familias. En esta línea desarrollamos servicios y programas de preservación familiar, de educación de calle, de inclusión y de colaboración con la justicia. También habría que destacar nuestro servicio de hogares funcionales o pisos de acogida donde niños/as y adolescentes son atendidas/os por un equipo de educadores/as especializadas/os.
También tenemos programas para formación y acompañamiento a las personas divorciadas en conflicto. El punto de encuentro familiar que depende de Gobierno Vasco es gestionado por nosotras, al igual que el servicio de medidas de libertad vigilada que también depende de Gobierno Vasco dirigido a jóvenes con procesos judiciales abiertos.
Por otro lado, en el campo de la inserción sociolaboral, trabajamos con las personas adultas, generando empresas de inserción como son ZABALTEGI (que se dedica a la prestación de servicios de hostelería), GARBINGURU (que presta servicios medioambientales) y AMAYA DIGITAL (que presta servicios de impresión digital a máxima calidad).
Son empresas que tienen que generar su propia economía y no es fácil. Ahora, por ejemplo, tenemos problemas con las cafeterías que, debido a la actual situación pandémica, son deficitarias.
Nuestra motivación siempre ha sido la de encontrar nichos donde poder desarrollar procesos de inserción desde lo laboral o educativo, siempre buscando una estrategia profesionalizada.
En la actualidad y al igual que en nuestros inicios, las personas usuarias siguen presentando las mismas problemáticas, en esencia la dificultad en sus procesos de inclusión en la sociedad..
Hemos aprendido a tener una mirada mucho más abierta, inclusiva y permisiva con las otras realidades, las diversidades; y a quedarnos con la esencia de lo que son los derechos humanos.
Nos hemos ido adaptando a los cambios sociales. Pero por parte de nuestros equipos actuales sigue existiendo esa vocación de las primeras personas fundadoras.
¿Y cómo os ha afectado la pandemia?
Al principio no había pautas, ni criterios, ni protocolos. No sabíamos por dónde tirar. Sin embargo, algo teníamos claro todo el equipo de coordinadores/as y responsables, teníamos que seguir manteniendo la atención a nuestros/as usuarios/as.
Durante este tiempo, nuestros esfuerzos se han centrado en intentar seguir prestando el servicio a la par de gestionar el impacto de la pandemia. Desde los equipos educativos se ha hecho un gran esfuerzo por mantener el contacto y seguir apoyando y acompañando a las personas atendidas con el fin de no romper la relación socioeducativa. A través de diferentes herramientas no presenciales (videollamadas, Skype, mail, Zoom, …) y presenciales contactaban con los niños/as en sus casas e intentaban seguir de la mejor manera con su labor. La preocupación era seguir manteniendo el contacto por teléfono y en la fase de la desescalada volver a los espacios abiertos, quedar en el parque, charlar y retomar las impresiones vividas por el estado de alarma. ¿Cómo seguimos atendiendo a estas personas para que sus condiciones no empeoren? ¿Cómo intensificar la atención en plena pandemia? Estas fueron las principales preocupaciones de los equipos educativos.
Y con los confinamientos todo esto se ha complicado mucho. Niños, niñas, personas adultas confinadas, educadores y educadoras confinados o equipos enteros que había que sustituir. Hemos tenido que tramitar pruebas de PCR, comunicarnos con epidemiología, resolver toda la casuística imaginable a través de la disponibilidad y coordinación exhaustiva con todas las personas implicadas en los procesos de trabajo yde gestión en este periodo.
¿Qué aporta Aisa, en este caso, a una organización como Irsearaba?
Bueno, AISA nos aporta mucho desde el momento en el que una de nuestras grandes preocupaciones es el bien estar laboral de las personas que trabajan con y para IRSEARABA. Por eso participamos en una red como AISA.
De la misma manera, encontramos interesante el estar conectados con otras entidades para compartir experiencias y tener mayor conocimiento en todo el tema de las relaciones laborales.
Como referentes en Álava, de alguna manera, asumimos cierto liderazgo que, aunque no sea explicito está ahí. Hace tiempo que apostamos por dotarnos de una estructura que nos permitiera trabajar con garantías. Estar presentes desde el inicio en una red como AISA para que los derechos laborales de las/os trabajadoras/es de este sector sean defendidos está dentro de esta visión.
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Oraingo honetan, IRSE ARABAk Gasteizen dituen bulegoetara gerturatu gara erakundean eta are hirian –ausartuko nintzateke esatera– arrastoa utzi duten bi emakumerekin hitz egiteko. Batetik, Lucia Sarabia dugu, Gizarte eta Hezkuntza eta Giza Baliabideak saileko gerentea, eta, bestetik, Pilar Colomer, kalitatearen, ADA programaren eta familia-elkargunearen arduraduna.
Zorte handia izan dugu beraiekin hitz egin eta Gasteizko gizartean erabat errotuta dagoen erakunde hau gertuagotik ezagutzeko aukera izan dugulako: 34 urte baino gehiago daramatza gizarte-bazterkeria pairatzeko arriskuan dauden haur, gazte eta familiekin lanean.
Plazer handia izan da haiek entzutea eta beren ilusioaz, indarraz eta nekaezintasunaz kutsatzea.
Laburbilduko diguzue nola sortu zen IRSE ARABA eta zein ibilbide izan duen ordutik hona?
IRSE ARABA Gasteizen sortu zen 1987an, eta hainbat eremutako profesional elkartuta sortu genuen; izan ere, kezkatuta geunden, hiriko gazte asko gizarte-bazterkerian eta gero eta egoera txarragoan bizi zirelako, batez ere, heroinaren kontsumoagatik. Gure helburua zen pertsona horiei arreta zuzena ematea. Dena den, garai hartan are zailagoa zen, ez zegoelako gizarte-baliabiderik.
Droga-arazoengatik delitu egin zuten pertsonei arreta egiteko Eusko Jaurlaritzaren programa pilotu batean hasi ginen lanean. Programa horretan sartuta geundela konturatu ginen interesgarria izan zitekeela ordurako helduak ziren eta gizarte-bazterkerian zeuden pertsona horiekin baino, gazteagoekin, lehenago, hastea lanean. Uste genuen gauzak horrela eginda, ziurrenik emaitzak ezberdinak izango zirela, edo, gutxienez, pertsona horien autosuntsiketarako joera ez zela hain azkar areagotuko.
Esan eta egin: lanean hasi eta kale-hezkuntzako eta haurrak beren ingurunean artatzeko programak garatu genituen. Jarduketa horiek Gasteizko Udalaren laguntzak babestu zituen, Udala bera ere oso kezkatuta zegoelako gazteek bizi zuten egoerarekin. Aldi berean, epaitegietan lanean jarraitu genuen droga-mendekotasun arazoak zituzten pertsonekin, espetxea saihesteko programa alternatiboen esparruan.
Poliki-poliki eta banakoen, erakundeen, administrazioen eta Udalaren laguntzari esker, garatzen joan ziren gizarte-zerbitzuak, eta, horrela, gero eta handiagoak, garrantzitsuagoak eta profesionalagoak bilakatu ziren. Garai hartan psikologo, pedagogo eta gizarte-hezitzaile talde bat ginen, baina oraindik ez zegoen, berez, gizarte-hezkuntzarik. Dena sortu behar zen, ez zegoen ezer; garai gogorrak izan ziren, prekarioak eta bizi-biziak lanari dagokionez, baina motibazioz eta gogoz beteta geunden, esku-hartze metodologiak probatu eta erabateko babesgabetasuna zegoen eremu batzuetan jarduteko.
Adibidez, konturatu ginen haurren artean babesgabetasun maila nahiko handia zegoela, eta zela bakarrik gizartekoa: familiakoa ere bazen. Horregatik, funtsezkotzat jo genuen ardatz hori, familiarena, jorratzea. Erakundeek eta batez ere Gasteizko Udalak normalizazio-prozesu bat gauzatu zuten adingabeei zuzendutako arretaren arloan, eta adingabeak artatzeko etxeak lizitazio bidez esleitu ziren. Gazteak ginen eta mundu horretan oso sartuta geunden; horrela joan ginen programak garatzen eta gure egiturak eta funtzionaltasuna handitzen.
Gure espezialitateetatik abiatuta, esku-hartze eremu jakinetan zeuden beharrizanak hauteman eta metodologia zehatzak aplikatzen saiatzen ginen, baina betiere, oso ikuspegi inklusibotik, herritar horiekin lan egiten genuenean.
Erakunde gisa hazten joan ahala, kudeaketa-prozesuetan jarri behar izan genuen arreta, eta hori ez zen batere erraza izan. IRSE ARABA lizitazioen eta Gasteizko Udalarekin sinatutako hitzarmenen bidez hazi zen, nagusiki. Argi eta garbi, gure ezagutzaren bidez ekarpena egin eta zeuden arazoei behar bezala ekin eta aurre egiteko gai izango ginela uste genuen lizitazioetara bakarrik aurkezten ginen.
Eskaintzen dituen zerbitzuak eta programak finkatzen saiatu da IRSE ARABA, baina, baita, aldi berean, lanak eta langileak ondo aukeratzen ere, ekarpen metodologikoak egiteko eta etengabeko hobekuntza sustatzeko. Bestalde, garrantzitsua da azpimarratzea harreman ona dugula erakunde guztiekin, oro har; Foru Aldundiaren, Eusko Jaurlaritzaren eta Gasteizko Udalaren menpe dauden programak kudeatzen ditugu, eta batzuekin eta besteekin izandako elkarrizketen bidez, profesionaltasunez lan egiten duen erakundea garela aitortu dute.
Alabaina, lehen esan bezala, IRSE ARABAk arreta handiagoa jarri behar izan dio kudeaketari. Zehazki, kudeaketa ekonomikoan, gurekin lan egiten duten pertsonen kudeaketan eta metodologiaren, esku-hartzearen eta lantaldeak osatzeko moduaren kudeaketan zentratu behar izan dugu.
Horri guztiari esker iritsi gara orain gauden tokira. José Mardones kaleko pisu txiki batean hasi ginen, eta handik Errekatxikiko lokal batera egin genuen salto. Bertan, lan egiteko egokiagoa zen bulego bat zegoen, eta, horrela, gutxinaka-gutxinaka, hazten joan gara, orain gauden tokira iritsi arte. Gaur egun dugun egoitzak erakusten du egungo gizartearekin bat gatozela (ekologia, gardentasuna, ikuspegi irekia).
Horrez gain, azpimarratzeko modukoa da proiektu guztiak izan direla orokorrak; hau da, denak egon dira hiri osoari zuzenduta. Horretarako, beti erabili izan dugu beharrizan handiena duten auzo edo eremuetan arreta handiagoa jartzen duen sistema integral bat.
Bestalde, IRSE ARABAk izan duen kezka nagusietako bat izan da gure langileak ahalik eta baldintza onenetan egotea, hala lanari, nola prestakuntzari dagokionez.
Gaur-gaurkoz, zein proiektu duzue esku artean?
Gizarte- eta hezkuntza-arloaren barruan, bi eremu handitan sailkatzen da gure lana. Batetik, haurrekin, nerabeekin eta batzuetan beren familiekin egiten dugun lana dago. Familiak zaintzeko, kale-hezkuntzako, inklusioko eta justiziarekiko lankidetzako zerbitzu eta programak garatzen ditugu lan-ildo horretan. Ildo berean, etxe funtzionalen edo abegi-etxeen zerbitzu berria ere azpimarratu behar da; bertan, hainbat hezitzaile espezializatuk osatutako talde batek artatzen ditu haurrak eta nerabeak.
Haurren babesaren eremu horretan, etxe funtzionalen kasuan, adibidez, hasieran egiten ziren lizitazioak Udalaren eskumenekoak ziren; orain, aldiz, Aldundiaren menpe daude.
Modu gatazkatsuan dibortziatu diren pertsonei prestakuntza eta akonpainamendua emateko programak ere baditugu. Hemen Eusko Jaurlaritzaren eskumeneko familia-elkargune bat ere badaukagu, eta guk kudeatzen dugu. Hori bera gertatzen da zaintzapeko askatasuneko neurrien zerbitzuarekin. Eusko Jaurlaritzarena da eta prozesu judizialetan sartuta dauden gazteei dago zuzenduta.
Bestetik, helduekin laneratzearen eremuan egiten dugun lana dago. Ildo horretan, hainbat laneratze-enpresa sortu ditugu: ZABALTEGI (ostalaritza-zerbitzuak ematen ditu), GARBINGURU (ingurumen-zerbitzuak ematen ditu) eta AMAYA DIGITAL (kalitate handieneko inprimatze-zerbitzuak ematen ditu).
Enpresa horiek guztiek beren ekonomia propioa sortu behar dute, eta ez da lan erraza. Orain, esaterako, arazoak dauzkagu kafetegiekin, pandemia-egoera honetan, defizitarioak baitira.
Gure motibazioa beti izan da interesdunak lan- edo hezkuntza-munduan txertatzeko prozesuak garatzeko aukera emango diguten hobiak aurkitzea, betiere estrategia profesionalen bitartez.
Gaur-gaurkoz, erabiltzaileek erakundea sortu genuenean zeuzkaten arazo berdinak dauzkate, eta dena eratortzen da gizarteratze faltatik.
Denborarekin, ikasi dugu begirada askoz irekiagoa, inklusiboagoa eta permisiboagoa izaten beste errealitate batzuekiko, baita giza eskubideen funtsarekin geratzen ere. Gizartean egon diren aldaketei egokitzen joan gara. Hala ere, egungo taldeek sortzaileek zuten bokazio berdina dute oraindik ere.
Nola eragin dizue pandemiak?
Hasieran ez zegoen ez jarraibiderik, ez irizpiderik, ez protokolorik. Ez genekien zer egin. Hala ere, koordinatzaile eta arduradunok argi genuen ezin geniola zerbitzua eta arreta emateari utzi.
Hortaz, pandemia-aldi honetan, zerbitzua ematen jarraitzera bideratu ditugu esfortzu guztiak. Hezitzaileek etxerako bisitak egin dizkiete haurrei, eta saiatu dira beren lana ahalik eta ondoen egiten. Gure kezka nagusia zen haurrekin harremanetan jarraitzea, edozein modutan, telefonoz edo parkean geratu eta beraiekin hitz eginez. Nola jarrai dezakegu haur horiek artatzen beren egoerak okerrera egin ez dezan? Nola eman are arreta gehiago pandemia bete-betean?
Konfinamenduekin, asko zaildu da hori guztia. Haurrak konfinatuta, hezitzaileak konfinatuta eta osorik ordezkatu behar izan ditugun taldeak egon dira. Halaber, PCR probak izapidetu behar izan ditugu, eta epidemiologia sailarekin harremanetan egon. Eta hori guztia aldi honetan egin behar izan dugun kudeaketa-lana aipatu ere egin gabe.
Zer ematen dio Aisak IRSE ARABAren pareko erakunde bati?
Aisak ekarpen handia egiten digu; izan ere, gure kezka handienetako bat da IRSE ARABArentzat eta IRSE ARABArekin lan egiten duten pertsonen ongizatea bermatzea. Horrexegatik parte hartzen dugu Aisa sarean.
Halaber, interesgarria iruditzen zaigu beste erakunde batzuekin harremanetan egotea, batez ere aholkuak eskatu eta lan-harremanen arloan puri-purian dauden gaien jakitun egoteko.
Arabako erreferente garen neurrian, lider ere bagara. Lidergo hori ez da esplizitua, baina antzeman egin daiteke. Aspaldian egin genuen apustu berme guztiekin lan egitea ahalbidetuko zigun egitura baten alde. Sektore honetako langileen eskubideak defendatzeko AISA edo antzeko sareak sortzea ikuspegi horren baitan sartzen da.
Lan-arloko metodologiak indartzeko espazio bat da, erakundearekin harremanetan egoteko bide gehiago ematen dituena, sindikatuez gain. Izan dadila AISA kanpora begirako espazio bat ere.