Los lugares
Echamos la vista atrás, y lo primero que queremos recordar son los lugares donde hemos ido creciendo como organización. Sí, porque hoy nos encontramos en nuestras instalaciones de la calle Canciller Ayala nº 8 que representan nuestro vínculo con la sociedad actual bajo unos pilares sólidos: sostenibilidad, transparencia e innovación.
Antes de llegar aquí, nos encontrábamos en la Calle Errekatxiki, el lugar en el que hicimos la apuesta profesional con mirada de futuro, dotándonos de unas oficinas donde fuimos gestionando con mucha ilusión los diferentes programas. Dando un pasito más atrás en el tiempo, cómo olvidar el origen de todo, el pisito donde un grupo de profesionales de diferentes ámbitos (psicólogas y psicólogos, pedagogas y pedagogos, trabajadoras y trabajadores, educadoras y educadores sociales) comenzamos en 1987 en la calle José Mardones.
La juventud de los 80
Un lugar donde observábamos con enorme preocupación la situación de exclusión y de deterioro de muchos jóvenes en la ciudad marcados por la droga. Buscábamos trabajar con ellos en atención directa, bajo una perspectiva de reinserción social, aunque los recursos sociales, sociolaborales o socioeducativos por aquel entonces eran escasos.
Las instituciones
Irsearaba no se podría explicar sin su relación con el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, la Diputación Foral de Álava o el Gobierno Vasco. ¿Por qué decimos esto? Bueno pues porque cuando nos lanzamos a colaborar en el programa piloto del Gobierno Vasco de atención a personas que habían delinquido por problemas de drogas, nos dimos cuenta que nuestra labor debía de comenzar en edades más tempranas.
Decidimos ponernos manos a la obra y comenzamos a gestionar programas de educación de calle y de atención a la infancia en su propio medio avalados por el Ayuntamiento. A la vez, seguimos trabajando en los juzgados con las personas con problemas de drogadicción, más en concreto, en los programas alternativos a la prisión. Los procesos de inclusión sociolaboral en el medio rural para personas vulnerables lo iniciamos de la mano del Instituto Foral de Bienestar Social (IFBS).
Servicios sociales e infancia
Gracias a personas, entidades e instituciones, los servicios sociales fueron desarrollándose y ganando en importancia y profesionalidad. Porque, por ejemplo, la formación de grado en educación social que hoy conocemos, por aquel entonces no existía. Y por aterrizar un poco más en concreto, percibimos que había un gran vacío en la infancia desde un ámbito familiar. El Ayuntamiento sacó a licitación los hogares de acogida para niños, niñas y adolescentes en situación de desprotección grave y por nuestra parte, los fuimos dotando de metodología en la intervención y estructura funcional.
Servicios sociales y personas vulnerables y/o en riesgo social
Así nos animamos a la búsqueda de otras iniciativas promoviendo diferentes Empresas de Inserción en el sector de la hostelería, gráficas y trabajos de jardinería. Desde lo local y cercano, fuimos consolidando los diferentes proyectos para mantener itinerarios de inclusión sociolaboral sólidos. De la mano del Servicio de Inclusión Social del Ayuntamiento y desde el IFBS en el ámbito del Territorio Histórico de Álava (THA). Siempre proponiendo mejoras en cada una de las cuestiones tratadas con las personas responsables de las instituciones.
Profesionalización y gestión: Buenas prácticas
Toda esta serie de hitos también supuso un gran cambio a nivel interno en nuestra organización en materia de gestión principalmente. Éramos conscientes de que, al presentarnos a cualquier licitación, debíamos de aportar el mayor valor posible, es decir, siempre bajo dos premisas, una metodología propia y la mejora continua ofreciendo el máximo rigor a las instituciones con las que trabajamos codo con codo.
Por otro lado, a nivel de las personas que conforman nuestra entidad, nuestra fue y sigue siendo dotar a los equipos con las mejores condiciones profesionales y laborales que cada licitación posibilitará, implicando a los diversos servicios o programas en procesos de mejora continua.
¿Qué hacemos?
Seguimos gestionando los servicios, programas y recursos a través de las licitaciones de manera sostenible, innovando, mejorando en cada proyecto al que nos enfrentamos y conjugando la profesionalidad con un alto nivel de calidad humana y motivación.
Todo ello, bajo el modelo de reflexión acción y con una mirada sistémica que nos está dando buenos resultados.
Cuidando a las personas destinatarias de nuestras intervenciones, animando a los equipos de trabajo para la cocreación y la autonomía en los mismos.
Encontrando espacios para la formación continua y buscando perfiles profesionales que sean conscientes de las necesidades propias y objetivas de cada proyecto, según los contextos en los que implementar y desarrollar las intervenciones.
¿Y el futuro?
En la actualidad y desde aquellos inicios en el pisito de la calle José Mardones, las personas usuarias siguen presentando las mismas problemáticas, en pocas palabras, la dificultad de inserción en la sociedad.
La experiencia de estos 35 años nos ha servido para tener una visión más abierta, inclusiva (un ejemplo de ello, es el I Plan de igualdad de género 2020 – 2023) y permisiva con las diversidades y a quedarnos con la esencia de lo que son los derechos humanos. Una organización en constante evolución que sigue la vocación de las primeras motivaciones con las que se fundó Irsearaba.